La fortaleza relativa del peso

La fortaleza relativa del peso

Por Federico Baeza Mares

La mayoría de los consumidores en México tienen la percepción de que, si el peso mexicano se fortalece, como ha venido sucediendo desde finales de 2022, nuestra economía se encontrará en una situación positiva para todos, pero no, no es así.

En discursos reiterados de “La Mañanera” hemos visto cómo el presidente se jacta, como si la paridad del peso, al que se le ha llamado folclóricamente “fortachón”, representara una medalla en su pecho por sus méritos, pero no es así.

El hecho de que el peso se encuentre en esta situación se debe a la “libre flotación”, establecida por el Banco de México desde hace décadas como eje central de la política monetaria del país.

Si somos realistas, dejando de lado el tinte político que le inyecta el partido en el poder a este tema, sabremos que, si el precio del dólar baja, en automático se generan afectaciones en determinados sectores.

Primero que nada, se perjudica a las finanzas públicas, ya que las arcas reciben menos dinero por las exportaciones de petróleo, pues éstas se pagan en dólares como es de conocimiento público.

Por otro lado, los campesinos que exportan sus productos, y quienes se dedican a la manufactura, también resultan afectados ante esta caída, porque al enviar su mercancía al extranjero reciben menos pesos mexicanos.

Sí, sabemos que también la paridad es positiva y beneficia a quienes compran maquinaria o equipo, o adquieren cualquier bien o servicio en los Estados Unidos, porque ahora pagan menos pesos, pero no representa lo mismo para todos.

Profundizando en el tema, podemos determinar que el factor fundamental que afectó el valor de la moneda estadounidense fue la espera de indicadores de inflación en ese país, pues las autoridades monetarias de EU tuvieron que incrementar sus tasas de interés provocando un efecto en el Banco de México, instancia que aumentó las suyas desproporcionadamente.

Asimismo, el ser socios comerciales con Estados Unidos por un volumen de más de 500 mil millones de dólares anuales ha ayudado al peso. También, el elevado volumen en el flujo de Inversión Extranjera hacia nuestro país, de más de 35 mil millones de dólares en 2022; y finalmente, el flujo de remesas familiares, de las más altas desde que se tiene registro, por poco más de 52 mil millones de dólares en 2022.

Al César lo que es del César, y en este caso no hay mucho que rescatar por parte de la administración federal; el presidente defiende a capa y espada sus políticas monetarias, habla de crecimiento cuando en realidad estamos viviendo momentos de incertidumbre, como ciudadanos y empresarios.

Pero debemos ser puntuales, claros y reiterativos: el también llamado “Súper peso” no tiene relación alguna con acciones acertadas del gobierno de México, no… este es sólo un momento financiero que está siendo aprovechado políticamente por el propio presidente y sus porristas para obtener dividendos rumbo al proceso electoral de 2024.

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